miércoles, 1 de febrero de 2012

Cuarto Paso

Nadie nos prohibió sentarnos en las bancas de la verdad, acomodarnos plenamente en una segura realidad. Cuando la ola vino nos llevó con ella hacia el caos de la destrucción de nuestro acoplamiento con la tierra. Psicológicamente, el vacío tenía que predecir un viento infernal, caídas de árboles, ángeles amarrados a los edificios y centuriones cortaban cabezas de humanos para entregarlas a la madre serenidad.

La censura que se impuso previno siglos de angustia que pudieron haber recordado un hecho imprecedente, aquel de la rebelión hacia los gobiernos, la desaparición de las fronteras, la revolución de la información y la conexión a la red mundial. La mente es el aparato más evolucionado y orientado para la consciencia universal. El ser supremo entre nosotros pudo haber modificado nuestra generalidad y haber susurrado los pasos a los que debíamos de avanzar. Es una trecha enorme entre la mentira y la verdad.

En cuanto a las naciones y los gobiernos todos cayeron bajo una sola autoridad mundial. Religiones relincharon y quejaron perdiendo terreno en la existencia de la psico-tecnología espiritual. Personas fueron deplazadas de sus tierras, llevadas a la faz donde no había nada más. El movimiento de la corriente nos mueve conscientemente porque Dios es consciente, ve todo y puede manejar. Dios es un ser humano o puede ser un anti-cristo sin remordimiento ni piedad. La verdad es que el poder que se maneja un Dios es aquel del despertar. Dios está en todo aunque solo sea una palabra y no una realidad.

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